No existe una fórmula secreta para hacer las cosas, lo importante es que el resultado te guste y sea como lo esperabas, o mejor. En el mundo del vino, es igual. Existen infinidades acciones que, al emplearlas en los procesos de vinificación, logramos un sabor único que sorprende hasta a los productores.
Para empezar, los métodos de elaboración de vinos son muy similares, cosechar la uva, el prensado para obtener el mosto (jugo de uva), fermentación (con o sin las pieles o cascaras de la uva dependiendo si se quiere obtener un vino blanco o tinto) y luego la crianza o directo embotellado. Sé que los entendidos en el tema me dirán que existen muchos otros procesos como la filtración, clarificación, correcciones de acides, entre otros. Pero podría dedicarle 5 publicaciones a todo el proceso minuciosos de vinificación, probablemente para otra entrega me especifique mejor en cada uno.
Para un enólogo es súper importante conocer cómo va a recibir la uva que trabajará en los próximos meses, o años, y entender el reto al que va a entrar. Desde saber su acidez, los grados Brix, el estado de calidad de la uva y otros factores más (repito, son muy específico) que analizándolos podrá saber que insumos utilizar.
Actualmente se tiene un seguimiento muy arduo del estado de los viñedos, que variedades crecen mejor en la región, el tipo de cosecha, las lluvias o tipos de riegos, vientos, si hay o no alguna enfermedad, los métodos de conducción utilizados (la forma que tiene la vid), los depredadores naturales del fruto y factores climáticos que podrían echar a perder una cosecha entera si no se toman las medidas necesarias en los momentos indicados, un claro ejemplo es el uso de álamos para frenar los fuertes vientos o las mallas para prevenir que la vid sea afectada por la caída de granizos. Todo lo previamente mencionado es responsabilidad del ingeniero agrónomo, trabajando en conjunto con el enólogo para, como mencioné anteriormente, garantizar la excelencia en el producto.
Sabiendo todo esto, entendemos por qué hay algunos años más codiciados que otros, donde las condiciones climáticas fueron favorables para un tipo de vino en específico o varietal. Mientras otros años no tienen la misma suerte.
Cuando se termina de tomar la decisión, empieza otra gran aventura, transformar el mosto (juguito de la uva) en vino. Pero esto lo comentaremos en la siguiente entrega. Espero les haya interesado y se entretengan con esta pequeña columna, si tienen alguna sugerencia o les interesa hablar sobre algún otro tema relacionado al vino no duden en visitarnos en nuestro local o escribirnos por nuestras redes sociales. Que tengan una excelente semana y el vino los acompañe, nos vemos en la siguiente entrega.
Salud,
Jose Sabana.
12 de mayo del 2025.